miércoles, abril 24, 2013

Hall of pufos: Rony Seikaly


El capítulo MLCXVIIII,78215 del inacabable culebrón "Aíto vs. Estrellas del basket" lo protagonizó Rony Seikaly en el invierno del año 2000. La enésima historia de un jugador con pedigree NBA que, por razones X (generalmente, X=gandulería/prejubilación Torremolinostyle/nbacentrismo), se muestran incapaces de adaptarse al estilo de juego y de vida FIBA (en realidad, al estilo de vida muchos sí se adaptan. Hasta demasiado) fue la de este libanés que aún posee varios récords históricos de la franquicia en la que triunfó, los Miami Heat, y del que se dice, quizás con excesivo ánimo mitológico, que su salida anticipada del Barça provocó la explosión de Pau Gasol.

El Barcelona había conseguido un inmaculado cero en su cosecha de trofeos de la temporada 1999-2000, coronada con la famosa liga ACB ganada por el Madrid de Djordjevic en el mismísimo Palau a un equipo prometedor pero mal rematado en todas las posiciones: Goldwire, Gurovic y Alston fracasaron como locomotoras del proyecto, y había que buscar otras nuevas. En el alero alto acabó llegando un viejo amigo, Arturas Karnisovas; en el base un joven y prometedor lituano llamado... Saras Jasikevicius. En el pivot, después de manejar opciones de distinto signo, se fijaron en una vieja gloria de 35 palos, cuya última época había sido masacrada por las lesiones, hasta tal punto que el último año lo había pasado en blanco: Rony Seikaly. Ojo, que no era un cualquiera: Premio al Jugador con más Progresión de la NBA en 1990, multitud de récords de franquicia en Miami Heat, y unos promedios de carrera de jugador importante: 14,7 puntos y 9,5 rebotes. En su momento, en su posición sólo estaban por encima los grandes: Shaquille, Robinson, etcétera. Pero su año sabático forzoso creaba muchas dudas entre los equipos americanos, y el Barcelona aprovechó la circunstancia para cazar a un nombre de referencia que arrastrara expectación. Y lo hizo. Sólo que no de la manera que todos imaginábamos.



En los pocos encuentros que disputó, y refiriéndonos exclusivamente a lo visto en las canchas, Seikaly mostró tanto su calidad de movimientos al poste como una falta de sensibilidad en el tiro que afectaba a sus porcentajes. Se suponía que tenía que jugar de 4, puesto que el Barça ya tenía dos cincos muy claros en plantilla, Dueñas y Elson, y no se encontraba del todo cómodo a cierta distancia del aro, errando tiros fáciles y perdiendo balones. Por otro lado, el jugador libanés nunca congenió con Aito; no se pueden imaginar conceptos más contrapuestos que García Reneses (paradigma del colectivismo, solidaridad táctica y medioplacismo) y la típica estrella NBA (YO-ME-MI-MYSELF-RIGHT FUCKING NOW), y pasó lo que tenía que pasar. Visto en perspectiva, el error estratégico del fichaje de Seikaly fue mayúsculo, y sorprendente si hablamos de dos mentes tan preclaras como Aíto y Salvador Alemany. Desde el punto de vista táctico, lo que necesitaban era un interior móvil (lo que era el defenestrado Alston) que pudiese complementarse con Dueñas, Rentzias y Elson. Desde un prisma personal, Seikaly, un tipo alegre, inquieto, fiestero (es coleguita de Bertín Osborne: a eso le llamo yo PETARLO), casado con una supermodelo y amante de la buena vida de Florida, así como acostumbrado en la enbiei a ser fin de muchos sistemas, no podía encajar nunca en el ascetismo aitista. 3 partidos de ACB y 4 de Euroliga fueron suficientes para demostrarlo.


El inicio de temporada del Barcelona fue bastante dubitativo, de mal juego y algunas derrotas inesperadas, a pesar del esfuerzo de unos veinteañeros Navarro y Gasol, y de un Jasikevicius que empezó la temporada como un trueno. Pero Seikaly no despertaba, y un partido en pista del London Towers fue la inesperada puntilla. Rony sólo jugó 12 minutos, en los que no lanzó a canasta ni una sola vez pero perdió cuatro balones. Aíto rajó públicamente en rueda de prensa ("he visto a Seikaly muy mal") y al libanés le entró tal ataque de cuernos que no viajó con el equipo a Barcelona, se quedó un par de días de parranda en Londres, y no se presentó al entrenamiento correspondiente. Fue la excusa que necesitaba el club, ya bastante convencido de haber errado el tiro, para sacárselo de encima. Después de varios dimes y diretes, club y jugador llegaron a un acuerdo de rescisión de contrato.



 Seikaly se fue con el rabo y 75 millones de pesetas entre las piernas, no sin antes dejar su sello con su correspondiente rajada ("Aito es el peor entrenador que he visto nunca"), que por cierto repitió hace unos años en Marca. No volvió a jugar a baloncesto. Mientras, el Barça, que sustituyó al libanés con el veterano Savic, encararía una racha extraordinaria de partidos ganados que desembocaría en un doblete liga-copa y la explosión Gasol a partir de la Copa disputada en Málaga. Aunque históricamente se relaciona la marcha de Seikaly como el detonante de la aparición de Gasol en el equipo, lo cierto es que Pau ya estaba jugando, y destacando, con Seikaly. Y, conociendo al entrenador madrileño, y observando lo bien que se complementaban Dueñas y Gasol, dudo seriamente que Seikaly hubiese obstaculizado demasiado la progresión en minutos y protagonismo del de Sant Boi.

¿Y qué es de Seikaly ahora? Pues al buscar "Rony Seikaly" en Youtube me he quedado muerta-oyes: prácticamente todos los resultados de la búsqueda son vídeos musicales como este (abstenerse epilépticos), casi ni rastro de su etapa baloncestística. Por lo visto, es un DJ "house" de éxito, aparte de un multimillonario florideño-copón bendiAMIGO DE BERTÍN OSBORNE JODER. Sí, se divorció de esta señora, pero no se puede tener todo, ¿verdad?


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